- Capacidad
de análisis y síntesis.
- Coordinación
óculo-manual.
- Visión
espacial.
- Motricidad.
- Pensamiento
lógico.
- Creatividad.
Mediante la
realización de puzzles los niños ejercitan su mente y refuerzan conceptos como
números, letras, formas, colores,...
Recientemente se ha comprobado que
realizar puzzles de forma habitual potencia las habilidades
espaciales. La habilidad espacial es un importante predictor del desarrollo de
capacidades para la ciencia, tecnología y las matemáticas. Así pues los
puzzles desarrollan la inteligencia espacial, entendida como la
habilidad de pensar en imágenes en tres dimensiones, lo que
permite transformarlas y rotarlas en nuestro cerebro con mayor facilidad,
proporcionando una mayor sensibilidad para trabajar con figuras y formas
mentalmente.