La educación en la escuela no solo debe favorecer el conocimiento científico, sino que debe impulsar el crecimiento pleno, íntegro y total de nuestros niños y niñas. Para ello, debe preocuparse de trasmitir y desarrollar las capacidades y los valores que humanicen, de tal forma que dignifiquen las vidas de los niños como estudiantes y como personas. Es aquí donde el papel de la educación física juega un papel importante.
Durante la etapa escolar,
la educación física debe basarse en la adquisición de conocimientos,
habilidades y competencias relacionadas con el cuerpo y con su actividad motriz
que contribuyan al desarrollo integral del niño y a la mejora de su calidad de
vida, por ello deben tener la posibilidad de vivenciar la mayor cantidad de
experiencias motrices posibles.